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Bastetanos en Cataluña |
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Artículo publicado originalmente en la sección "Temas para la Tertulia" de la Revista "El Norte", correspondiente a la segunda quincena de febrero de 2015 |
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Los acontecimientos que en estos meses se están produciendo en Cataluña están siendo noticia a nivel nacional e, incluso, en algunos países de nuestro entorno. La cuestión, nos guste o no, tiene mucho que hablar y por eso lo traemos a esta sección nuestra de asuntos para la tertulia; todos, seguro, tenemos una opinión o un parecer sobre las pretensiones independentistas que desde esta magnífica tierra catalana se están planteando. Sobre todo porque en esta comunidad son muchas las familias bastetanas que encontraron allí una nueva vida a cambio de un trabajo que se les ofreció en aquellas prósperas ciudades. Precisamente algunas de esas familias y las conversaciones que hemos mantenido con ellas es la base en la que se apoya esta propuesta para la tertulia y para tener una idea general y de conjunto de lo que se respira por allí. |
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Un emigrante nos recordaba las luchas y las descalificaciones que se han producido, simplemente, por la denominación de las semanas grandes de las poblaciones hasta que se terminó imponiendo el de «Fira», en catalán, frente a la palabra «Feria» que se utiliza en castellano. Un enfrentamiento, por cierto, que nunca ha llegado a los medios de comunicación. En cambio, sí que han sido muy publicitadas las polémicas con los cambios en los rótulos de los comercios en castellano para que se cambiaran al idioma catalán; incluso se estableció una subvención pública para hacerlo, una muy buena «solución ». Es más, los de nueva apertura se podían colocar en cualquier idioma menos en castellano. Los totalitarismos siempre se escudan en grandiosas frases de democracia y tolerancia… pero para obtener sus fines. Conforme iba desapareciendo la rotulación en castellano, idioma de todo un país, aparecieron slogans en inglés que decían «Cataluña no es España». Le siguió a este movimiento la abolición de la fiesta de los Toros, tras una enorme campaña de «defensa del animal y frente a la barbarie», aunque en realidad fue por ser signo identificativo de lo español. Vinieron también después las pitadas en los campos de fútbol al himno nacional y ante la presencia del Rey. Después llegó el «España nos roba»… Así, poco a poco llegó y se creó, como era de esperar, un sentimiento nacionalista en base también a una tergiversación de la historia. Hace trescientos años los catalanes no perdieron luchando por su libertad; perdieron porque habían optado por el bando de los Austrias y tras la guerra de sucesión al trono español ganó el Borbón. Felipe V impuso su nueva Ley en aquella región, el decreto de Nueva Planta. Este punto lo toman ellos como inicio de una reivindicación de nacionalidad, que nunca ha sido tal. Otras muchas regiones y pueblos de España se decantaron en esta guerra por los Austrias y también perdieron, pero nunca lo han tomado como inicio de una reivindicación nacional. Se pusieron de un lado y perdieron. De aquí el odio a los Borbones, inoculado a la juventud en Cataluña. Se necesita un enemigo y nada mejor que tenerlo desde hace trescientos años. De hecho, cuando llega el Imperio Napoleónico y domina toda España, es toda España, y en ella el famoso Regimiento de Baza, quien saca las castañas del fuego y libera Gerona y el resto de la Cataluña dominada, (aunque eso no es historia que se cite en Cataluña). Después han llegado intentos de acreditarse como una parte segregada en los años de la República, o que ésta les dio severo castigo. Un motivo más para tener un enemigo en el Estado. Pero lo cierto es que la dictadura de Franco ha sido el Régimen que más ha beneficiado a la Comunidad Catalana impulsando la creación de industria, el desplazamiento interior hacia ella y el establecimiento de industrias de locomoción. Hasta entonces solo habían predominado las textiles. |
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En definitiva, lo que estamos viendo no es nada más que los ensayos de una obra en la que los actores somos todos, unos en participación activa y otros por su pasividad. Al final esperemos que no resulte un drama para la mayoría. Hay que reconocerles que han sabido en todo momento hacerse pasar por victimas de unos hechos cuando han sido provocadores de los mismos. Es un tema que aún no ha terminado y que nos permitirá hablar en otras tertulias. | |||||